Los pavimentos urbanos se han desarrollado para ayudar al drenaje y a la fluidez del tráfico en una ciudad. Se construyen entre otras razones para reducir la cantidad de agua que escurre hacia las calles.

Esto no sólo ayuda al drenaje, sino que también evita que se formen charcos en el suelo, lo que puede ser peligroso para los peatones y los ciclistas.

Las aceras urbanas también pueden facilitar los desplazamientos. Por ejemplo, pueden facilitar el acceso al transporte público a las personas con discapacidad o permitir que algunas personas eviten las escaleras.

Tipos de pavimentos urbanos

Existen varios tipos de pavimentos urbanos: los permeables, que permiten el paso del agua; los impermeables, que bloquean el agua; y los de doble uso, que soportan el tráfico de peatones y vehículos.

Algunas zonas pueden tener un tipo de pavimento mientras que otras pueden tener otro tipo. Ambos tipos funcionan de la misma manera: están diseñados para drenar el agua de lluvia de la superficie de la carretera y evitar que se formen charcos en el suelo.

Ejecutamos pavimentos urbanos como carriles bici, paseos peatonales, suelos de caucho de seguridad para zonas de juego infantil, césped artificial, etc.

Los pavimentos urbanos los instalamos sobre soportes de aglomerado asfáltico o de hormigón.

Todos nuestros pavimentos urbanos están preparados para resistir en la intemperie.